Receptores gustativos que no puedes saborear

Las investigaciones de la última década han descubierto que las células receptoras del gusto en realidad no están confinados a la cavidad bucal. Estas células también se encuentran en el tracto digestivo y el páncreas, pero en lugar de enviar señales al cerebro sobre la percepción del gusto, sienten nutrientes en el cuerpo y ajustan la secreción de hormonas metabólicas. La circulación de estas hormonas ayuda a regular el apetito y la saciedad (plenitud), así como los niveles de glucosa (azúcar) en el torrente sanguíneo.

Animales, gusto y evolución

La mayoría de los animales tienen receptores gustativos similares a los nuestros, pero los tipos que tienen y la ubicación tienden a relacionarse con el estilo de vida del animal. Los gatos, por ejemplo, y otros carnívoros no tienen receptores del sabor dulce. Debido a que su dieta es muy baja en carbohidratos y alta en proteínas, han perdido la capacidad de sentir el sabor dulce a través de la evolución. La mayoría de las ballenas y delfines han perdido en realidad casi todos los receptores gustativos. Se tragan a sus presas enteras y, por lo tanto, no tienen ninguna necesidad para un sentido del gusto. Los peces, por otro lado, tienen receptores gustativos por todo el cuerpo, incluida la piel, las branquias y los labios. Esto les permite encontrar comida suspendida en el agua.

Imágenes adicionales a través de Wikimedia Commons. Gato lamiendo la pata por torbakhopper.