Ageusia: la pérdida completa del sentido del gusto.
Disgeusia: distorsión o pérdida parcial del sentido del gusto.
Olfacción: una forma de sentir el entorno usando químicos. En los humanos, la olfacción es el sentido del olfato.
Olfativo: relativo al sentido del olfato.
Otorrinolaringólogo: médico que se especializa en oído, nariz, garganta, cabeza y cuello.
Umbral: el punto en el que algo cambia; usualmente, el punto en el que un estímulo es lo suficientemente grande como para producir un efecto.
¿Se puede perder el sentido del gusto?
Debido a que tu sentido del olfato afecta el gusto, tener un resfriado puede alterar la capacidad del gusto. Imagen por el CDC.
Incluso la comida más deliciosa se deja sin apreciarse si hay un problema con el sistema gustativo. Casi todo el mundo puede identificarse con la reducción del sentido del gusto que se produce durante un resfriado o una gripe. La congestión en la cavidad nasal a menudo obstruye la vía especial que conecta la boca con la nariz. Ese camino es importante para la experiencia de sabor completa.
Las alteraciones temporales del gusto, denominadas disgeusia, que resultan de una enfermedad o lesión generalmente mejoran una vez que usted mejora. A veces, sin embargo, la causa de una alteración del gusto no es tan fácil de identificar o solucionar. Cuando una persona tiene un sentido del gusto reducido, a menudo hay un problema con otros sentidos también, especialmente con el olfato, ya que los dos sentidos interactúan mucho.
Las pruebas de sabor se pueden utilizar para aprender qué parte de la lengua detecta qué sabores. Los médicos también utilizan pruebas de sabor para determinar si se pueden saborear soluciones en concentraciones normales.
El diagnóstico de disgeusia, o la ageusia más extrema, que es la falta total de gusto, es realizardo por un médico especial. Los otorrinolaringólogos se especializan en oído, nariz, garganta, cabeza y cuello. El médico típicamente realizará pruebas gustativas, en las que se administran al paciente diferentes soluciones (dulce, agria, salada y amarga). Se determina la concentración más baja de estos sabores que alguien puede identificar, llamada umbral gustativo, y se compara con el nivel promedio.
Las alteraciones del gusto pueden resultar de cualquier condición que altere el funcionamiento de los receptores del gusto, los nervios que transportan el gusto o las regiones del cerebro que procesan la señal del gusto.
La saliva es crucial para mantener húmedas las papilas gustativas y garantizar que los receptores gustativos funcionen bien. El tratamiento de quimioterapia puede dañar el tejido de la boca, especialmente el tejido que produce saliva, por lo que la quimioterapia suele ir acompañada de alteraciones del gusto. De manera similar, el síndrome de boca seca, en el que se reduce la producción de saliva, puede provocar alteraciones del gusto. Para determinar si la producción de saliva es la causa subyacente de la alteración del gusto, se puede analizar la saliva y recetar medicamentos que aumenten la producción de saliva.
El gusto puede verse afectado si hay problemas con los receptores de las células de tu lengua, con los nervios que envían señales gustativas al cerebro o en el cerebro mismo. Imagen de Jonas Töle.
Los receptores gustativos también requieren ciertas sustancias químicas que son vitales para su funcionamiento. El zinc es un elemento esencial incluido en nuestra dieta que es fundamental para la reparación y protección de las papilas gustativas. Una deficiencia de zinc es otra causa de alteración del gusto, que puede solucionarse fácilmente tomando un suplemento dietético de zinc.
La lesión de uno de los dos nervios mayores que transportan la señal gustativa podría ser responsable de un cambio en el gusto. Las lesiones o heridas en las áreas del cerebro encargadas de procesar esta señal también pueden ser la causa de la falta de gusto. Las imágenes del tejido nervioso mediante una resonancia magnética (MRI) pueden ayudar a determinar si este es el caso.
A medida que las personas envejecen, el sentido del gusto, junto con la mayoría de los demás sentidos, comienza a empeorar. La persona promedio nace con alrededor de 9.000 papilas gustativas, que normalmente se reemplazan cada 1 o 2 semanas. Sin embargo, este proceso de reemplazo parece ralentizarse a medida que envejecemos. Además del envejecimiento del sistema olfativo y el mayor uso de medicamentos entre las personas mayores que pueden interferir con el gusto, esto significa que el gusto se desvanece con la edad. El gusto alterado se nota alrededor de los 40 años y, a menudo, ocurre antes en las mujeres que en los hombres. Si bien podemos trabajar para mejorar la experiencia del sabor buscando sabores picantes y atrevidos con texturas agradables, esto es solo parte del proceso normal de envejecimiento.
Imágenes adicionales a través de Wikimedia Commons. Plato de mijo de Jennifer de Vancouver.
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