Problemas de plantas

Muchos aspectos de la tundra hacen que se le haga difícil a las plantas crecer hasta alcanzar un gran tamaño. ¿Recuerdas el suelo duro y helado por el cual caminabas? A este suelo se le llama permafrost. En inglés esto significa helado permanentemente.

El permafrost se forma cuando las plantas se mueren y la materia orgánica se acumula. Con el pasar del tiempo, la materia se compacta y se congela pero nunca se descompone. Todos los restos de plantas que murieron hace siglos se acumulan y almacenan como permafrost.

Si observamos en lo profundo del suelo, encontramos que algunas de las capas de permafrost nunca se descongelan. La capa permanente de hielo en el suelo puede alcanzar hasta 5,000 pies de profundidad.

La parte superior de la mezcla de suelo, gravilla y otros materiales finos se encuentra congelada durante la mayor parte del año debido a que las temperaturas no incrementan lo suficiente como para causar la descongelación. Pero durante el verano caliente, el suelo puede descongelarse hasta una profundidad de 13 pies. Esto le da a las plantas la oportunidad de crecer. Sin embargo, la temporada de crecimiento es corta y termina una vez el suelo se vuelve a congelar.

El suelo de la tundra es pobre en nutrientes, específicamente, no tiene nitrógeno ni fosforo—dos elementos importantes que las plantas necesitan para crecer. Esto causa que las plantas se mantengan en tamaños pequeños y provoca que su crecimiento sea muy lento.

El sol y el agua son de gran importancia

Estamos aprendiendo como hacen  las plantas para no crecer muy alto o muy rápido cuando el suelo tiene cantidades limitadas de agua o de nutrientes. Además, hay que recordar que la tundra tiene una temporada de crecimiento muy corta debido a la brevedad del verano. Sin embargo, las plantas de la tundra tienen elementos funcionales que las ayudan  a adaptarse a las condiciones locales.

Por ejemplo, a diferencia de los autótrofos en otras partes del mundo, las plantas de la tundra pueden llevar a cabo la fotosíntesis a bajas temperaturas y con bajas intensidades de luz.

El suelo es muy importante en cualquier ecosistema, y el permafrost de la tundra no es la excepción. Cuando el suelo no está completamente congelado, el agua puede filtrarse dentro del suelo lo suficiente para penetrar la capa superior.

La tundra solo recibe una cantidad muy baja de precipitación cada año, pero las plantas de la tundra están especialmente adaptadas para esto y solo necesitan una pequeña cantidad de agua para germinar y crecer. Las plantas absorben lo que pueden con sus sistemas de raíces cortas.

Con poco sol, el agua se evapora lentamente, haciéndola más disponible para el uso de las plantas o de los animales. Otros organismos no-animales que necesitan de esta agua son bacterias microscópicas, al igual que las algas y los hongos.

La tundra es también un sitio ventoso. Las plantas crecen en grupos, de modo que se protegen unas a otras de las inclemencias del viento y aumentan sus posibilidades de sobrevivir.

¿El derretimiento?

Los animales, las plantas y las personas dependen de que el permafrost se mantenga congelado. ¿Qué sucede cuando la temperatura aumenta? El permafrost se derrite. Recientemente, esto ha causado problemas cuando existen edificios en la tundra. Con el derretimiento, los edificios comienzan a hundirse pues el suelo duro sobre el que descansan se descongela y se vuelve suave.

El calentamiento de los climas alrededor del mundo significa que los animales y las plantas pueden moverse fuera de su hábitat usual. Algunas especies que normalmente no vivirían en la tundra se han movida más hacia el norte e invadido áreas de tundra debido a que el clima está calentando.

Un problema aun más grande es el carbón que es liberado cuando el permafrost se derrite. ¿Qué es el carbón? Es un elemento que forma parte de todos los organismos vivientes, incluso las plantas. El material vegetal muerto que se encuentra almacenado en el permafrost comienza a descomponerse cuando la temperatura es más caliente de lo usual. Este carbón se convierte en gas y entra en la atmósfera.

Algunos estudios sugieren que la cantidad de carbón almacenado en el permafrost es mayor que todo el carbón que existe en los organismos vivos de la Tierra (y eso es muchísimo). También se estima que la cantidad de carbón en el permafrost es doble la cantidad que se encuentra en nuestra atmósfera. Esto significa que el derretimiento del permafrost puede cambiar los niveles de carbón en la atmósfera de manera significativa.

Mucho carbón en la atmósfera puede tener un efecto en el clima de la Tierra. Como puedes ver, la tundra es un lugar muy sensitivo.

Aún hay mucho que ver

A pesar de todos los elementos que hacen que la tundra aparente ser un sitio inhóspito, en la misma existe mucha diversidad.

En el ártico y el sub ártico se pueden encontrar 1,700 tipos de plantas, como son los arbustos pequeños, pastos, líquenes de reno (también conocido como musgo de reno), las plantas hepáticas, y las gramas. Pero también se pueden encontrar cuatrocientas variedades de flores, como las de los líquenes foliosos y crustáceos. Sin embargo, comparado con otros biomas, esto no es realmente una gran cantidad de especies. Por lo tanto, la tundra es considerada como un bioma de poca diversidad.

De la misma forma que la vida para los humanos sería difícil en la tundra, las especies de la tundra no podrían vivir sin este ambiente, o en cualquier otro bioma. Ellas están adaptadas a los elementos únicos de la tundra. Es por esta razón que nosotros debemos ayudar a que este bioma persista.

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Imágenes vía Wikimedia commons. Imagen del algodoncillo por Alex Kristinsson.