Libros y cuerpos muertos

Como un cuerpo levantándose de entre los muertos, la biología revivió alrededor de los años 1400. Fue el principio del Renacimiento en Europa. Marcó el final de la Edad Media temprana y el inicio de la vuelta al aprendizaje. Arte, libros y ciencia volvieron a ser populares de nuevo. Los biólogos durante este tiempo se centraron en aprender más sobre el cuerpo humano. Eso significó estudiar a los muertos.

La disección era una de las principales formas por las que los biólogos descubrieron cómo el cuerpo funcionaba. Ponían un cuerpo encima de la mesa y lo abrían. De esta forma, podían ver todo lo que permitía que los humanos corrieran por todas partes. No mucha gente había estudiado el interior de un cuerpo humano antes. Ahora vieron las venas, nervios, huesos y los músculos. Los biólogos lo manipularon todo. Después, dibujaron lo que observaron. Eso los ayudó a entender cómo todo se conecta.

¿Artista o biólogo?

Pero los científicos no eran los únicos que lo querían saber. Los artistas también querían saber cómo funcionaban los cuerpos. Querían dibujar y pintar figuras humanas más precisas. Leonardo da Vinci estudió anatomía para poder pintar mejor el cuerpo humano. Los escultores también necesitaban estudiar el cuerpo para hacer mejor su trabajo. Un hombre llamado Andreas Vesalius fue un científico que trabajó mucho con cadáveres. Acabó publicando un libro acerca de los interiores del cuerpo humano. Incluyó dibujos (puaj).

De hecho, todo este nuevo conocimiento en biología no habría ido demasiado lejos sin los libros. En el siglo XV, un hombre llamado Johannes Gutenberg inventó su imprenta. Esa imprenta permitió a la gente imprimir libros mucho más fácil y rápidamente. El nuevo conocimiento se movió por Europa rápidamente a través de los libros. Allanó el camino para más y más descubrimientos.

Imágenes adicionales vía Wikimedia Commons. Fotografía de una cabeza femenina (La Scapigliata) de da Vinci de la Web Gallery of Art.